De: Millie
Ciudad de México 01 de febrero del 2021
Marisela Escobedo Ortiz
Activista, ama de casa, enfermera y defensora de los Derechos Humanos Piedras Negras Coahuila
Estimada Sra. Marisela Escobedo Ortiz
Hoy le escribo con el corazón en la mano y la incertidumbre en la otra. Todo ha cambiado y quisiera decir que para bien desde que la asesinaron injustamente, Pero no lo es. Cada día hay más y más noticias de mujeres desaparecidas o asesinadas y los asesinos siguen libres. Pero dentro de todo ese enojo y miedo, ese mismo sentimiento nos ha dado valentía para salir a defendernos, a alzar la voz, a no quedarnos calladas, a no tener miedo a exigir justicia como usted algún día lo hizo y le arrancaron la vida, pero esa vida nos dio un gran ejemplo. Poco a poco somos más las que no nos quedamos calladas, las que buscamos justicia y lo hacemos en nombre de cada una de las mujeres maltratadas, asesinadas y buscamos justicia para los asesinos impunes. Nadie debería sufrir ver al violador, secuestrador, torturador y asesino de tu hija, hermana, prima, amiga, libre, sin ser juzgado, sin ser detenido y sancionado, sin hacerlo cumplir su condena por haber arrancado la vida de alguien. Todos merecemos justicia y merecemos saber que el delito no quedará en el olvido como muchos han quedado y que ellos cumplan la condena justa acorde al daño que hicieron.
Sólo te quiero agradecer porque ahora se ha logrado más unión, hay más sororidad. Ahora las voces se escuchan un poco más fuerte. Creo que su gran ejemplo de valentía nos dio a muchas la pauta para empezar a cuestionarnos si queríamos vivir así o salir a exigir poder ser libres de acoso en las calles y no temer por nuestras vidas, porque todas tenemos derecho a vivir felices y sin miedo. Lo hacemos por usted, por Rubí y por todas las mujeres que callaron a la fuerza. Esto no se quedará así, seguiremos fuertes y unidas por todas las mujeres.
Atentamente.
Miriam T. Prado
