Éramos dos morras que no sabíamos cuál era nuestro lugar en el mundo, así que decidimos crearlo. Hoy sabemos que como nosotras hay muchas y nos encantaría poder conocerlas a todas.
Somos gestoras culturales y en pocas palabras nos apasiona dedicarnos a construir puentes: unimos el lado A con el lado B y hoy somos esas amigas que todo el tiempo están hablando sobre nuestros descubrimientos en la ciudad: fonditas, librerías, diseñadoras y artistas locales favoritas.
Nos dimos cuenta de que cada libro, cada obra de teatro, cada festival comenzó con una idea que nació de la cabeza de alguien que miró a su alrededor y sintió que faltaba algo en su mundo, así que lo volvió real y lo compartió con todas y todos.
Como somos ñoñas y clavadas, nuestra misión se volvió buscar todas las herramientas para que esas historias que vienen de los ojos, de los corazones y de las manos de sus creadoras lleguen a las personas que lo necesitan.
En nuestro estudio creativo en CDMX trabajamos para proyectos liderados por mujeres porque admiramos que cada quien desde sus trincheras se detiene a pensar en sí misma y en su alrededor. Confiamos en ellas y hasta las queremos, las abrazamos, solo porque sí.
No sabemos cómo ni cuándo, pero escuchar sus ideas hacen que nuestros corazones vibren colores morados y lilas.
Deseamos ser un espacio de apoyo entre nosotras.
Empezamos siendo dos y ahora somos una bola de personas despeinadas y rebeldes que creemos firmemente que
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