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Sobre el ritual

Esta vez, escribimos sobre el ritual. Nos dimos cuenta que esta palabra está compuesta de recuerdos, canciones, comida, café, madres y abuelas, tranquilidad, llanto, luna, magia...

¿Ustedes tienen un ritual?


Claudia Valerdi

Herminia, mi abuela, fue la primer persona en enseñarme sobre rituales.

Cada que comenzaba un año nuevo escolar, me daba la bendición y encendía una vela para que me fuera bien.

En año nuevo, nos sacudía a todas con sus manitas regordetas y calurosas para quitarnos las malas vibras.

Una vez, cuando iba en secundaria, me dio un listón rojo y una bolsita de tela que ella misma había cosido con un limón dentro. El listón era para que me lo amarrara y alejara el mal de ojo y el limón para que absorbiera todo lo malo.

Pero también estaban nuestros otros rituales:

Normalmente nuestros días juntas transcurrían con pláticas largas sobre sus memorias, sobre las leyendas de su pueblo y de su familia, sobre la telenovela de las 9 o sobre nuestros luchadores favoritos.

Durante mucho tiempo vivió de ser costurera. Sabía confeccionar ropa a la perfección, bordaba punto de cruz y tejía con gancho. La recuerdo sentada, remendando ropa mientras yo jugaba en el pedal de su antigua máquina de coser. Alguna vez intentó enseñarme, pero en ese entonces, todavía no le agarraba mucho el gusto.

Me enseñó a jugar dominó y baraja española; también a hacer albondigas y tortitas de papa (cocinar con ella era mi ritual favorito).

Todos los días encendía la radio para escuchar sus boleros favoritos; algunas veces cantaba con el recuerdo atorado de alguna época que ya no era y otras, me contaba anécdotas que le traían ciertas melodías.

Y algunos días, quizá una vez por semana; silenciosa entraba en su habitación, se sentaba junto a su cama y se dejaba acompañar por sus fantasmas que la abrazaban fuerte. Desde el filo de la puerta la observaba curiosa sin comprender porqué sentía tanto dolor. O amor. O miedo. O emoción.

Es probable que nunca lo sepa con certeza; pero sé que cada que me siento a bordar a la luz de la tarde, cocino albondigas para la comida, bailo mi canción favorita, juego dominó con mi mamá o me escojo un rinconcito en mi casa sólo para llorar todo lo que estoy sintiendo; me lleno de paz y agradecimiento al entender que mi abuelita me enseñó todas esas otras formas de amor.

———

Por si se lo preguntaban, esta era la canción favorita de mi abue (no encontré la versión bolero).

Andrea Jiménez

Reflexiones sobre rituales La pregunta más que un qué respondía un cómo y un porqué ¿cómo hacemos las personas nuestro rituales? ¿porqué los hacemos? Puede ser sencillo, pero es necesario da sentido a la vida, al alma misma Un ritual no representa siempre una práctica esotérica pero si espiritual, lo que eso signifique para cada quién Sin esa práctica ritualística, algo falta quiebras y aveces también sanas Narraciones Microritual

“Café, luego existo” Cada mañana, mamá no empieza el día sin beber café, pocillo quemado, agua hirviendo, taza profunda y a beber. Experiencia microritual de cada mañana, completada Tal vez, no es claro pero por años yo la he observado esa taza al despertar se ha vuelto bastante importante tanto, que ni por error en ningún momento o instante han faltado bolsas de café en aquel polvoriento estante. Lo vive cada día y no es un ningún juego de monotonía, sin ese café les juro, el alma de mi madre moriría.

Ariadna Burgueño

Sobre el ritual

Daniela Jiménez

Ritual

El ritual se compone de tres aspectos:

  • Un elemento de fe o creencia (no necesariamente religioso)

  • Poner en el centro algo o alguien

  • Tener una intención específica

Este es un ritual para ponernos a nosotras mismas en el centro, escuchar nuestro cuerpo y cómo nos sentimos. Identificar nuestros temores y dolencias y pensar en una intención para sanarnos.

La creencia está relacionada con las fases lunares y el poder que tiene en la conexión de nuestras emociones y que nuestro tiempo cíclico.

Agua de luna por Amychan

El agua de luna que ha absorbido los rayos lunares.

Se puede tomar o guardar para usarla en otras ocasiones para crear tus propias medicinas. Ten en cuenta que puedes hacer esto con todas las fases lunares, por lo tanto te da la opción de elegir con cuál luna quieres trabajar.

Puede ser que quieras concentrar la energía introspectiva y muy creativa de la luna menguante, o el deseo de expresarse al mundo con una energía de luna llena.

Lo que tienes que hacer:

Poner agua mineral en una botella de vidrio transparente y dejarla en un lugar seguro en el exterior (la parte de afuera de una ventana, balcón o patio)

Lo dejas afuera durante la noche para que absorba los rayos lunares y luego, a la mañana siguiente, la tomas pensando en la intención que te motiva hacer esto.

Puedes tomarte el agua al día siguiente o en un futuro cercano.

Si lo haces en luna nueva: Esta fase se caracteriza por la introspección y el recogimiento, podemos hacer una pausa para reflexionar, visualizar en intensionar. Podemos eliminar viejas costumbres y comenzar nuevas rutinas. Profundiza en el autoconocimiento con la meditación. Conecta con tu oscuridad.

Algunas preguntas que podemos hacernos: ¿cómo me siento? ¿en dónde quiero estar?

¿cuál es el siguiente paso que quiero dar?

Si lo haces en la luna creciente: En esta fase conviene poner energía y activar nuestros proyectos, transitamos a un estado más creativo y nos da la oportunidad de ensanchar nuestra perspectiva, contamos con más claridad mental y podemos ser más analíticas.

Algunas preguntas que podemos hacernos en esta luna son ¿cómo están mis niveles de ansiedad? ¿qué necesito aprender? ¿qué tengo que hacer para avanzar en mis proyectos? ¿cuáles son mis prioridades?

Si lo haces en luna llena: Esta fase se caracteriza por tener mucha energía, hay movimiento, alegría y expansión. Son momentos para reunirse, compartir, comunicar y sanar. En esta fase se puede iluminar algún aspecto de tu vida. Conecta con tu ser amoroso, no lo reprimas.

Algunas preguntas que podemos hacernos son: ¿Cómo puedo agradecer lo que tengo? ¿Qué puedo hacer para disfrutar las cosas con mis seres queridos?

*Reunirnos con otras personas nos lleva a conectar con nuestro origen

Si lo haces en luna menguante: Esta fase es ideal para reflexionar sobre proyectos y acciones emprendidas, revisar esfuerzos y corregir errores. Es momento de descansar, detenerse, respirar y observar.

Algunas preguntas que podemos hacernos son: ¿Qué actividades puedo dejar para darme más tiempo? ¿Qué puedo hacer para relajarme?¿Estoy prestando atención a mis actividades físicas?

*Menos productividad y más creatividad, mediante este proceso podemos liberar energías en forma de baile, pintura, tejido… para relajarnos y canalizar emociones.

Bibiana Ramirez

Transcripción:

El ultimo día de cada decimo segundo mes

El ultimo día de cada decimo segundo mes,

vuelvo a ti cada invierno

para ver en esas noches diluvios de estrellas

rinconcito donde hace sonido el cielo

el ultimo día de cada decimo segundo mes

se cuela entre el canto y el sosiego

entre campos y el rocío

desde chiquilla vuelvo a ti

pedacito que recibe cinco generaciones

es el ultimo día del decimo segundo mes

te eche de menos

vuelve a mi nana linda

vuelve al rinconcito con olor a ti

vuelve al centro de todos

vuelve a romper esa esfera con chucherías

vuelve para ver esos campos de caña

volverte a ver el ultimo día de cada decimo segundo mes

tomarnos un café con pan

ir por los campos para estirar las piernas

te veo ahí

te veo ahí cada día

te veo en el centro de todos cada décimo segundo mes

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